martes, 15 de diciembre de 2009

Cronica de los Muertos


El pasado viernes 4 de diciembre Juan Sebastián Arboleda realizo el primer ascenso a la ruta “Hablando con los Muertos” en Sutatausa. La ruta es un proyecto que Gabriel Rubiano protegió este año. La ruta queda tomando el camino de la izquierda desde la tienda, justo sobre una cascada que divide al farallón. Y muy pronto se ha establecido como una de las rutas de mas alto nivel del país y se ha convertido en una de las rutas icónicas del parque de Sutatausa.


El encadenamiento se dio durante un viaje relámpago, duro solo una mañana, en el cual fuimos Juan José, Juan Sebastián y Yo. Los objetivos del viaje eran probar la ruta y ver si Juancho podría darle cadena al monstruo de tantas chapas. Llegamos a Sutatausa, con una hora de retraso respecto al cronograma, nos apresuramos a cargar todo el equipo y a iniciar la caminada hasta la cima de la montaña. Fue el día mas caluroso de todo el año en la sabana de Bogota, afortunadamente la caminada es sobre un sendero cubierto de árboles que brindan sombra y mantienen la temperatura agradable. Llegamos a un punto alto del camino, donde había una cerca tumbada a nuestra Izquierda, Juan José dijo que nos esperaba en el pie de ruta. Juancho y yo continuamos hacia arriba para colocar las cintas desde un rapel, que Juancho hizo muy eficientemente mientras yo tomaba fotos.


La idea era que Juancho la montara y con eso calentar (créanme cuando les digo que montar esa ruta no es cosa fácil), luego yo la probaría y luego Juancho le daría “el” pegue. Apenas Juancho termino de montar la ruta, me gritaron que no bajara, que me quedara en la cima. Me pregunte “¿y por que?” Al no encontrar una respuesta satisfactoria opte por una segunda opinión y grite hacia el hueco “¿por qué?” Juan Sebastián había sido invadido por esa extraña sensación, que raras veces nos asalta, en la que sentimos que debemos hacer el pegue en ese preciso momento, una sensación que solo puede describirse como motivación y compromiso. Me asome al borde del risco y aliste la cámara, vi a Juan Sebastián parado sobre una gran roca contemplando la ruta, con la cuerda amarrada a su arnés, cosa que duro cerca de 5 minutos.


Finalmente se bajo de la roca, limpio sus botas, reviso al asegurador, chocaron puños y comenzó a escalar. Desde mi perspectiva solo lo veía en ciertos puntos de la ruta debido a que es una arista muy desplomada. Lo perdí de vista por un momento bajo un techo y lo único que pude hacer, lo que mejor se hacer, gritar: “VAMOS JUANCHO!” En seguida lo vi emerger del techo, donde se encuentra el crux de la ruta. Es un movimiento de bloque mas o menos en el rengo de V4 que requiere bastante fuerza en el brazo izquierdo y bastante tensión corporal, seguido de presas buenas, pero en una zona muy desplomada, el acido láctico es el enemigo.


Juancho logro seguir escalando a buen ritmo hasta dar con un muy buen descanso, donde estuvo uno o dos minutos, Juan José y yo lanzábamos gritos de apoyo (las porras hacen parte del trabajo en equipo, ahora, hacer barra es distinto a gritare a alguien como escalar!). Le notaba el cansancio y un poco de angustia en la cara a Juancho cuando decidió continuar, lo hizo con ritmo y decisión, como solo los mejores saben hacerlo en situaciones adversas.


Llego a una parte donde debía hacer un bloqueo bastante extenso desde un romo, soltó un grito, pero no se cayo. Después logro establecerse en un descanso. Ya su cara mostraba tranquilidad, talqueaba a medida que escalaba, ya todo estaba resuelto, solo faltaba un tramo sencillo que llevaría a la salida (ya que la ruta no tiene estación). Llego a la ultima cinta, la cual chapeo para hacer el sencillo top-out. Soltó un grito de celebración, finalmente había terminado esta épica.


Arreglamos las cosas y fuimos a encontrarnos con Juan José en el pie de ruta. Bromeamos sobre el grado de la ruta pero al final Juancho se pronuncio y propuso 8a (5.13b), tal ves sea mas dura ¿quien sabe? Ahora era mi turno de enfrentarme al monstruo. “Listos para ver el segundo ascenso? Me voy a echar esta vaina a vista” les dije, “El segundo first ascent” respondió Juancho. Me amarre y revise a Juan José quien me aseguraba. Arranque a escalar con seguridad y decisión, que con cada paso fueron debilitándose. Mientras estaba sentando contemplando el segundo crux desde una cinta anterior, después de haber pedido muchas tensiones, pensé “rayos, esto esta como duro, espero que no me toque barrerlo”. En ese momento Juan José me grito desde abajo “Santi, barra la ruta. Al vuelo”.

(Afortunadamente Juancho decidió darle otro pegue y bárrela).



Galeria de fotos
Aca les regalamos unas imagenes de los pegues de Juancho y de Chicopan a la ruta "Hablando con los muertos"


4 comentarios:

  1. q bueno....juanchossssss..
    epico...definitivamente

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  2. muchos putas treparse por esa piedra!

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  3. Que buena Juancho y gracias Santiago por mantenernos informados.

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  4. eso vieco, severo blog

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